Estimadas familias: Soy Magda, la coordinadora del proyecto de los Patios Inclusivos AMPASJO. No sé ni por dónde empezar a escribir para describir todas las emociones y sentimientos que durante este fin de semana he experimentado… trataré de hacerlo de la mejor manera. Antes de empezar me gustaría poneros en antecedentes y explicaros los inicios de este maravilloso proyecto. En septiembre de 2018, recién me estrenaba como presidenta de la AMPA y una tarde, Liena Cid (mamá de Marcos) se me acercó para compartir conmigo una inquietud que, como madre de un niño TEA en un cole de educación no especializada, tenía desde hacía algún tiempo. Me habló de lo importante que es para estos niños socializar, y como mediante el juego inclusivo se podía conseguir cubrir esta necesidad. Me habló de que los patios (recreos) están enfocados a juegos deportivos, especialmente, al fútbol, el rey de los patios; pero que había otro tipo de niños y fundamentalmente niñas, y no sólo Marcos, que no se sentían atraídos por este tipo de juegos y que en los recreos se encontraban muy limitados. Recuerdo que me fui a casa pensando en lo que habíamos hablado, como madre de 2 niños súper futboleros nunca me había parado a pensar en ese tema, es verdad que también soy madre de una niña, pero ella se iba buscando la vida en los patios jugando a la goma, la comba, haciendo comiditas, o hablando con sus amigas de sus cosas. Pero el hecho de no vivir en primera persona esa necesidad no hacía que no fuera una realidad lo que me mostró Liena, así que le comenté a unas cuantas madres con las que sabía que podía contar, el proyecto de patios inclusivos que Liena me había propuesto. Antes de Navidad, nos reunimos en el sótano de la casa de mi madre, Lola, Mercedes, Gemma, Liena y yo y empezamos a darle forma al proyecto. Nos repartimos las tareas de investigar que había por la red sobre este tema y poco a poco descubrimos, para nuestra sorpresa, de que, en otros coles de España, se habían llevado a cabo proyectos similares y el feedback de la experiencia por parte de los niños, las familias, y los profes no podía ser mejor. Así que decidimos soñar a lo grande y presentar el proyecto a la dirección del colegio. Elaboramos una presentación y nos reunimos con Susana, que se mostró súper receptiva con la idea y nos propuso llevarlo al ayuntamiento, una vez que tuviéramos el visto bueno del Consejo Escolar. Así que en febrero de 2019 nos reunimos con la concejala de educación del Ayuntamiento, Almudena Ruiz, la cual también acogió el proyecto con mucho entusiasmo y nos prometió moverlo para intentar conseguir cierta financiación. Sin embargo, después de llamar a viarias puertas, Almudena finalmente nos tuvo que informar de que no había conseguido los apoyos suficientes; el colegio había sufrido una buena reforma en el año anterior y el ayuntamiento consideraba que había otros colegios a los que atender y prestar ayudas. Quien me conoce sabe que luchar siempre por lo que creo que merece la pena y no tirar la toalla es una cualidad que me define; así que traté de mantener a raya la desilusión y buscar ayudas en aquello que estuviera en mi mano. Como presidenta planteé en junta el proyecto y unánimemente aprobamos que todas las acciones que durante ese curso y el próximo curso lleváramos a cabo serían con el objetivo de buscar financiación para el proyecto. Remamos todos a una y organizamos fiestas de Carnaval, Semana Santa, Navidad… y la dirección me permitió presentar el proyecto en las reuniones que los tutores tenían con las familias… quizá alguno se acuerde de mi portátil en mano hablando de este proyecto en las clases de vuestros hijos. En junio de 2019 nos reunimos con los profes de infantil para que nos orientasen sobre qué tipo de juegos eran los más adecuados para la zona de infantil, y desde aquí también quiero agradecer su participación en esta parte tan importante del proyecto. En septiembre de 2019, por motivos personales, tuve que poner el proyecto en pause, y luego vino el COVID…. Ya en junio de 2020, en la Video-Asamblea de la AMPA, donde dejaba mi cargo como presidenta, se volvió a poner sobre la mesa el proyecto, y me ofrecí a retomarlo en septiembre, ya desde la retaguardia. Tuve, nuevamente, el respaldo de todos los miembros de la junta, y desde septiembre hasta ahora, hemos ido perfilando el proyecto, con la ayuda de María Pedroche, hasta que, finalmente, este fin de semana (13-14 de febrero 2021) se ha materializado. Desde aquí quiero dar las gracias a Teresa, presidenta de la AMPA, y al resto de miembros de la junta que me han apoyado y brindado su ayuda para poder llevarlo a cabo. También quiero agradecer a la dirección del colegio todas las facilidades que nos han dado para poder hacerlo, y especialmente a Miss Esther, por pasarse a echar una mano este fin de semana y compartir con el resto de familias esta experiencia. Personalmente, he echado de menos la presencia de más profesores, pero eso tiene que ver conmigo y las, a veces, irremediables expectativas que nos creamos cuando abordamos un proyecto así. Pero la otra cara de la moneda, es que mis expectativas en cuanto a la participación de las familias se han visto superadas con creces: ¡45 familias respondieron afirmativamente al formulario que os hicimos llegar! Bien, pues ahora me toca hablar de esas maravillosas familias que, desde las 9h de la mañana hasta las 19h de la tarde del sábado y desde las 9h hasta las 15h del domingo, decidieron reservarse este fin de semana para ayudar en el proyecto; renunciando a otro tipo de planes posiblemente más apetecibles, como una salida a la montaña, un fin de semana gastronómico, o quedarse en casa descansando de toda la semana de curro, pero ahí no me meto, comprendo perfectamente que cada familia tiene sus propias casuísticas, totalmente respetables, incluidas los respetables temores que puedan surgir de participar en un evento donde confluyen muchas personas en la situación actual que nos ha tocado vivir. Ha sido una de las experiencias más gratificantes que tenido la suerte de vivir. Sólo decir gracias, gracias, gracias por el buen rollo, por la implicación, por el compromiso, por las risas, por la actitud, por las ganas, por la colaboración, por la ilusión, por conseguir sentirnos uno siendo tantos, por vencer al agotamiento y volver al día siguiente con la misma actitud. Creo que el resultado de estas dos jornadas de trabajo refleja mejor que mis palabras de lo que os hablo. Personalmente me quedo con las risas con Elia y Rebeka, con el reencuentro con Teresa y Cristina, con haber podio conocer mejor a Lynn y a su marido y descubrir que compartimos profesión y que podemos ayudarnos, con el café improvisado en el despacho de la AMPA y las charla de madres-mujeres que tanto molan, con la eficacia de Ana llamando a su marido Ismael para que comprara más pintura y que se diese prisa, con esa mamá con las manos llenas de pintura magenta riéndose de si misma pensando en cómo iba a presentarse así en el trabajo, con el entusiasmo de Mimi, con la cara sonrojada de María cuando le pusimos el cumpleaños feliz de parchís el domingo, con la generosidad de Fede por dejarnos su equipo de música, con la cara de ilusión e incredulidad de Liena por ver un sueño hecho realidad, con la mirada de orgullo de mis hijos y especialmente de mi hija… y con tatos otros momentos y sensaciones con los que no os voy a seguir aburriendo. Hoy domingo, le comentaba a Miss Esther todo esto que os estoy escribiendo, y ella me preguntaba sobre las reglas para los juegos… ¿reglas? ¿qué reglas? La única regla es que no haya reglas y que los niños con este material que les hemos proporcionado dejen volar su imaginación, vaya que sean lo que son, niños… así que mañana está todo listo para empezar a jugar y decir las palabras mágicas ¡JUMANJI! Magda Jerez
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Febrero 2021
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